Qué es la pasta térmica y como cambiarla
La pasta térmica es una masilla vital para que nuestros ordenadores se mantengan con vida durante muchos años. Generalmente tiene un color metálico debido a sus componentes, aunque también hay otras variantes que presentan una tonalidad blanca.
FUNCIÓN:
La función de la pasta térmica es ofrecer una alta conductividad térmica, por ello se aplica entre la superficie superior del procesador y la superficie de contacto del disipador. Su finalidad es la de “mover” el calor del primer componente al segundo, aunque además, dado que solemos hablar de superficies metálicas, existen irregularidades que son tapadas por la pasta para lograr un mejor contacto entre ambas partes.
TIPOS:
- La pasta térmica de tipo cerámico suele tener un color blanquecino, ya que su composición se basa en polvo de cerámica en suspensión sobre una mezcla de líquido, generalmente una especie de silicona. Se trata de una pasta térmica barata.
- La pasta térmica de tipo metálico parte de una base de una especie de silicona a la que se le añaden metales como aluminio o plata que ofrecen una conductividad térmica mucho mayor que la cerámica. Son más caras, pero ideales para soportar las altas temperaturas de un chip de ordenador.
CUANDO DEBO CAMBIARLA:
Lo más sencillo que podemos hacer es monitorizar las temperaturas de nuestro ordenador, teniendo en cuenta la temperatura ambiente y estudiando los incrementos producidos con el paso del tiempo bajo las mismas circunstancias: el ordenador encendido durante media hora y sin ejecutar ningún proceso, por ejemplo, con los ventiladores funcionando a las mínimas revoluciones y con una temperatura ambiente fija.
CÓMO LA CAMBIO:
Limpiar bien toda la superficie y sobre el microprocesador o chip, poner el producto sin extenderlo. El propio disipador se encargará de extender el producto de forma uniforme y sin burbujas una vez lo coloquemos encima.